Historia de los Ayuntamientos en España
El Ayuntamiento, como entidad de control territorial en España, tiene una historia que se remonta a los mismos tiempos del Imperio Romano. El sistema administrativo que existe hasta nuestros días, tiene sus bases en todo el modelo democrático que se estructuró a partir de todo el pensamiento filosófico grecorromano.
Lo que ha cambiado e impactado al concepto del Ayuntamiento a lo largo de los siglos tiene que ver con acontecimientos históricos. Por ejemplo, tras la caída del Imperio Romano, aconteció en lo que sería el territorio de España la invasión de los árabes, la cual se extendió casi hasta la totalidad del país.
Después de esta invasión y el periodo de la Reconquista, se fueron instituyendo las diversas Coronas que liderarían a los asentamientos rurales. Las dos grandes Coronas de España, hacia el siglo XII y XIII eran la Corona de Castilla y la Corona de Aragón. Ambas eran fruto de la asociación de diversos reinos y comarcas.
Por entonces la Edad Media estaba bastante posicionada en la cultura y las tradiciones del país. Las provincias o comunidades autónomas, aun no estaban del todo definidas, pese a que ya existía una estructura organizacional respecto a las comunidades y sus respectivos integrantes, casi todos en su totalidad de confesión cristiana.
El Concejo Abierto y el Municipio
Pero mientras corrían los años y éstos se transformaban en siglos, por entonces ya existía una forma de autogobierno que aún subsiste hasta la época actual. Se trata del Concejo Abierto, el cual determinó una forma inteligente de mantener el orden a través de un líder que contaba con el apoyo de toda una Asamblea.
Realmente, el Concejo Abierto, que gozaba de un amplio desempeño en las villas, aldeas y pueblos pequeños, era heredero del sistema de concejos que se remonta al siglo X en el escenario del Reino de Asturias y León. Este tipo de consejo es uno de los “antecedentes del municipio”. De hecho, como estructura organizacional alcanzó dicha categorización oficial hacia el mismo siglo XII.
A medida que fueron aumentando las villas y las aldeas, entre otras comunidades pequeñas, el autogobierno que representaba el Concejo Abierto empezó a anexarse a las poblaciones más grandes, gestando así un sistema democrático donde el territorio español alcanzó un mayor ordenamiento y control de sus actividades económicas, sociales, culturales, entre otras.
Al día de hoy el autogobierno del Concejo Abierto, mantiene su estructura funcional, mientras que los Concejales pasaron a prestar sus servicios de manera integral a la misma conformación del Municipio.
La aparición del concepto de Ayuntamiento
Después de la conformación de las Comunidades Autónomas, lo cual tuvo lugar tras las Guerra de Sucesión, se crea la Corona de España. El país empieza a sufrir diversos cambios donde se busca uniformidad a las condiciones sociales y políticas de la época. Madrid era por entonces la sede a cargo de la administración del resto del reino español.
La dinastía de los borbones fue introduciendo sistemas y jerarquías administrativas, tal como lo representaron los intendentes, mientras al mismo tiempo se fueron definiendo las Comunidades Autónomas, que construyeron una relación política en relación a los municipios existentes.
El concepto de Ayuntamiento nace más exactamente tras la gestión de José I Bonaparte, tras ocurrida la Guerra de Independencia Española, quien introdujo un proyecto dotado de 38 prefecturas y 111 subprefecturas, lo que implemento un modelo económico relacionado con el numero de población y extensión territorial.
Se crearon diputados para administrar los territorios más grandes y se estableció el concepto del Ayuntamiento como organismo de control para los municipios.
Los grandes cambios del siglo XIX: Cómo se transformaron los ayuntamientos
Las transformaciones sociales y políticas que mayor incidencia tuvo en la forma de operar del Ayuntamiento ocurrieron más que todo durante el siglo XIX. Hay dos corrientes fuertes que influyen el tipo de administración que representará la gobernación del Ayuntamiento: una que le apunta hacia un modelo centralizado y autoritario, y otra que se enfoca en lo abierto y descentralizado.
La influencia entre ambas corrientes puede notarse ampliamente a través de los decretos que empezaron a generarse. Los decretos del año 1812 y 1813, tienen un enfoque centralizador. Diez años más tarde la balanza se inclina hacia la otra tendencia, con la aprobación del decreto de 1823, donde se especifica las funciones “administrativas y económicas” que deben representar los alcaldes y jefes políticos en relación al gobierno central. La autoridad local queda por tanto estrechamente relacionada con la gobernación nacional.
Otros decretos interesantes que aportaron a la historia de los Ayuntamientos en España son los siguientes:
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- Ley de 1840: insiste en que la forma de gobierno del Ayuntamiento debe quedar en el poder local.
- Ley de 1845: redujo el alcance de la gestión municipal, delimitando las competencias y concediéndole mayor poder de administración al gobierno. Esta ley se mantuvo hasta 1854, cuando volvió a tener rigor la Ley de 1823.
- Ley de 5 de julio de 1856: estableció la elección de los alcaldes a través de los mismos habitantes del pueblo.
- Ley de 2 de agosto de 1870: tras gestiones descentralizadores en 1864 y 1866, además de un periodo de transformación durante la Revolución de 1868, esta ley propuso la “la asociación de todas las personas que residen en un término municipal”.
Después de esto ocurrió la Restauración borbónica en España, lo cual introduce varios cambios en el modo de administración del Ayuntamiento. Y es hacia el año de 1873, con la creación de la Primera República que se empieza a gestar toda una legislación sobre los Ayuntamientos, donde se buscaba que éste organismo tuviese más autonomía y conservará su estructura democrática.
Ya en este punto, el concepto del Ayuntamiento tiene una estructura de trabajo solida con la cual actuar y tener un impacto local que beneficia al mismo tiempo al resto del país.